6 de febrero de 2012

Flujos de identidad

     Pensemos en el monarca durante el medioevo y los Austrias. Es una figura-cabeza. Así lo dice Salisbury, precursor de la metáfora, que dice tomarlo de Plutarco. Lo dirá también Alfonso X en su Partida II.
Dijeron los sabios que el Rey es cabeça del reino; [...] de la cabeça nascen los sentidos porque se mandan todos los miembros del cuerpo (Partida II, tit. I, ley V)


     También lo dirá Fray Juan de Santa María (Tratado de República y Policía cristiana, 1615), Álamos de Barrientos (Tácito Español), Horozco y Covarrubias (, Gurmendi ("El que es cabeza de República no solo cumple con ser bueno, debe también parecerlo), etcétera. Est respublica quoddam corpus donde cada miembro del cuerpo civil cumple su función. El rey, la cabeza del cuerpo, controla los sentidos y las otras partes de la República. Su unión con sus súbditos es orgánica, no contractual. Es decir, no se trata de que el caballo pueda mover adonde quiera, la torre adonde quiera, el peón adonde quiera. No. Cada parte del cuerpo está sujeta al movimiento que la cabeza le ordena. La metáfora del ajedrez como república, el Est respublica quoddam scacchorum de Inocencio III y de Jacobo de Cessolis anuncia un nuevo sujeto liberado de la carga feudal: el burgués, a quien el dinero da una libertad de movimiento limitada, pero libertad al cabo. Sus lazos con el monarca son contractuales: debe defenderlo por su bien, pero puede escoger no hacerlo. 

    ¿En qué caso no lo haría? Este vídeo de The Wire lo ejemplifica. Los soldados del capo del ghetto entienden que de la supervivencia de su jefe depende su supervivencia como banda. No obstante, entienden también que ellos son los peones, los pequeños que mueren defendiendo a su rey. Y que tienen una libertad limitada, pero la tienen. Están en la calle, pueden escoger adonde ir, qué hacer. Pueden, incluso (uno lo hará) sacrificarse antes de morir por su rey movidos por el orgullo. ¿Cuando un caballero jugaba al ajedrez en la Europa medieval o en la España de los Austrias pensaba lo mismo que el protagonista de esta escena?






1 comentario:

Pablo S. dijo...

Dios, cómo me gusta esa escena.
"-¿Y cómo te conviertes en rey? -No se trata de eso."
qué maravilla.